Mientras disfruto este hermoso atardecer desde la ciudad de las claraboyas, evoco mis primeros tiempos en ella.
Ser del interior, hace décadas, costaba un montón aceptarse. Quienes han tenido esa vivencia, lo saben.
Vivía en un apartamento con siete jóvenes más, y eso con suerte. Luego venían de visita las novias, las amigas de una noche, y también algunas sin definición en el diccionario.
Amigos y adversarios siempre me han dicho lo mismo. Joder el tesón que tienes, mujer.
Hoy, la valija aún sin hacer.
No te he encontrado en los lugares que solías frecuentar. Como mastín que perdió su dueño, recorrí las calles que una vez supimos caminarlas juntos.
Te busque en la pizzería de Buenos Aires,si,la de las 48 gustos de pizzas diferentes. Fue entrar y verte sentado mirando la puerta. Demasiado fuerte que ambos estuviéramos acompañados en ese momento. Salí corriendo por Corrientes, doble por Florida, y no pare hasta llegar al Starbucks de Galería Pacifico. Recién ahí comenzó a bajar la adrenalina.
Recién había llegado de un largo viaje.
Años andando de aquí para allá, conociendo la nieve, y disfrutando el calor del agua del Golfo de México. Podíamos perfectamente decir, que era una mujer con experiencias en situaciones atípicas.
Reconocía a quien se lo preguntara, que extrañaba la rapidez de la gente de otras tierras.
Era todo tan lento, así lo sentía ella, y de esa forma lo aseveraba.
Se miró al espejo y viajo en el tiempo.
Caminaban como tonteando, de la mano , sintiendo que el mundo estaba a sus pies. El se entreparó frente a un local de ropa y le dijo …te gusta? y si…esa campera de cuero en blanco y negro parecía hecha para ella.
De que manera ella podía olvidarse de ese cariño que le ponía piel sobre piel..
Ese domingo, esplendoroso, se tomó el día para ella. Caminar por 21, sentarse a leer el periódico, caminar serenamente y contemplar la vida, sabiéndose parte integrante de ella.
Ya llegando la tardecita el trabajo la urgía, corrió hacia su casa. Miro desde la gran ventana el cielo, y se dijo…me basta esto para ser absolutamente feliz.
Cuando me agendarás, soy Juan Carlos, lo que es tener muchos hombres que te llamen…nos vemos en un rato ?
Atardecer de verano, ir despacio por el Boulevar, voy a la rambla. Un grafitti me llamo la atención… ¿Dónde estan los besos que me debes?
Me quedo pensando a quién se le ocurrió la frase, y justo frente a la Facultad de Arquitectura!!!… ¿La habrá escrito algun futuro arquitecto?
¿Quién será la destinataria de esa oración? Quizas otra estudiante. Pregunta sin respuesta….
Así la saludo quien la conoció por skype. Ella largó la risa, y claro, sonreir abre puertas, asi que el repitió el gesto contagiado del sonido y la imagen que le devolvía la pc.
Es que sabes, estimado, voy tomando conciencia que esta vida es una fiesta. Y no es que uno no tenga reveses, o perdidas, es lo normal, pero en el balance, lo positivo pesa más. Por eso sonrio y tu también…ya te veo
Estábamos almorzando con mi amiga en la Vegetariana. Frio, nuboso. Conversando de lo que siempre terminamos haciendo: hablando de hombres.
En la semana vino un cliente y me dijo …te vi, estuve a punto de irte a saludar. Si me hubieras mirado me hubiera acercado.
Adonde me viste? Y ya me vino el panic atack, si estaría bien producida, cuando me dice, estabas en el restaurante, con una amiga…que linda tu amiga!!!
Es importante para mi hoy hablar en pasado. Dejé atrás un mal amante, y malos son aquellos que cuando se les quiere dejar, están detrás de la puerta esperándote. Solo para acecharte de nuevo.
Julio Sosa, que supo cantar de amores, muchos de ellos, como el cigarillo, se prenden, su fuman, se apagan, se olvidan…
Esa tarde la rambla que se veía desde el ventanal de la confitería, la invitaba a regocijarse. Pronto seria la noche, y habría eclipse.
Sigue leyendo
Se había acunado en distintos mares en su embarcación y trabajado duro como inmigrante.
Su inicio en el sexo opuesto había sido muy temprano.
Miro desde la ventana el paisaje montevideano. El ruido de enero, el silencio de enero. Esa sensación que se mantuvo en el tiempo.
Por la mañana hice dos llamadas y otras tantas irrumpieron en mi universo de sueños.
Balances y cierre de cuentas de la vida que pasa.
El Arte de Entretener 